Conoce 5 alternativas a las bolsas de plástico convencionales

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Se estima que hay más de 150 millones de toneladas de plástico en los océanos, y se prevé que la cifra aumentará a 12.000 millones de toneladas al año 2050.

Reducimos el consumo de plásticos en el mundo ya no es parte de una tendencia, sino más bien de una necesidad. Más de 100.000 animales marinos mueren por plásticos cada año y alrededor de 700 especies marinas se encuentran amenazadas por su presencia en las aguas. Datos como estos ponen de relieve una situación agravante que expresa una necesidad inminente de encontrar alternativas a las bolsas de plástico.

Hoy, en el Día Internacional libre de bolsas de plástico, instancia se celebra para concienciar a la población de los peligros que conlleva su uso para el medio ambiente y mostrar tanto ese grave impacto en los ecosistemas, sobre todo oceánicos y marinos, compartimos cinco alternativas a las bolsas de plásticos tradicionales ofrecido por Fundación Aqua.

¿Por qué contaminan tanto las bolsas de plástico?

Gran parte de la cantidad de plástico que llegan a los océanos son bolsas de plásticos. Se llevan usando décadas pero sin entender cómo afectan a los ecosistemas medioambientales y, por extensión, al ser humano. Aunque en los últimos años se han implementado en muchos países medidas para reducir su consumo, estas medidas no han sido suficientes. Reducir su consumo comienza por encontrar alternativas al plástico y requiere el compromiso de todos.

Para empezar, porque el plástico es un gran contaminante. Las bolsas de plástico requieren grandes cantidades de energía para su producción, dado que están compuestas principalmente por sustancias derivadas del petróleo. Esto hace que tarden muchos años en degradarse, lo cual se convierte en el mayor argumento para usar alternativas a las bolsas de plástico.

Por otro lado, durante décadas han sido desechadas sin control alguno, contaminando los espacios urbanos y los ecosistemas naturales. Las calles de las ciudades se llenan de bolsas de plástico aunque haya un servicio de limpieza municipal; en urbes con menos capacidad para la limpieza de sus calles, la problemática es todavía peor.

Los bosques o montes también son espacios en los que resulta fácil encontrarse con bolsas de plástico abandonadas. Hay bolsas de plástico también en los ríos, cuyo flujo las lleva a las aguas oceánicas y marítimas, donde la contaminación de plásticos es un problema de gran magnitud. Porque no solo ensucian las aguas, también son ingeridos por animales de gran tamaño como ballenas y delfines. Así aparecen los llamados microplásticos, que acaban siendo parte del alimento de animales más pequeños. O bien, se enredan en peces u otros animales marinos, produciéndoles heridas o, en algunos casos, incluso la muerte.

Compromiso por encontrar alternativas al plástico

Aunque las medidas para promover el uso de alternativas a las bolsas de plástico han llegado algo tarde, lo cierto es que la mayoría de los países han tomado conciencia de la problemática. Entre Estados Unidos y Europa se consume aproximadamente el 80% de la producción mundial de bolsas de plástico, pero su presencia en países en vías de desarrollo ha aumentado. Y, con ello, también lo ha hecho su impacto medioambiental.

En 2015, los Estados miembros de la Unión Europea firmaron dos medidas con la obligación de establecer, al menos, una de ellas:

  1. La adopción de medidas que garanticen que el nivel de consumo anual no supere las 90 bolsas de plástico ligeras por persona (a más tardar el 31 de diciembre de 2019), y 40 bolsas de plástico ligeras por persona (a más tardar el 31 de diciembre de 2025), o un objetivo equivalente expresado en peso;
  2. La adopción de instrumentos que garanticen que, a más tardar el 31 de diciembre de 2018, no se entreguen gratuitamente bolsas de plástico ligeras en los puntos de venta de mercancías o productos, a menos que se apliquen instrumentos igualmente eficaces.
Alternativas a las bolsas de plástico

Las dos medidas anteriores están propiciando una reducción en el consumo de bolsas de plástico, aunque no son suficientes. Es necesario que todos participemos en su reducción, y todo comienza en el día a día. Por ejemplo, si tienes bolsas de plástico, encuentra la manera de reutilizarlas creando cestas o…, ¡usa la imaginación! Hay maneras de dar más vida a las bolsas de plástico, pero lo importante es reducir su consumo al máximo porque el plástico es muy contaminante.

Aquí te ofrecemos cinco alternativas para sustituir las bolsas de plástico:

1. Bolsas de tela: acostúmbrate a llevar una bolsa de tela en tu bolso de mano o en el maletero de tu coche para usarla en las compras rápidas de cada día. Su uso se puede prolongar durante 8 años.
2. Carro de la compra: Utiliza el clásico carrito de la compra que usaban generaciones anteriores. Te permite cargar una compra semanal y transportarla fácilmente. Y un solo carro de la compra puede durar hasta 15 años.
3. Cestas de esparto: Para encontrar alternativas a las bolsas de plástico, podemos echar la vista al pasado. Las cestas de esparto son una alternativa tradicional al plástico. No hace tanto que la gente utilizaba cestas o capazos para ir a comprar a los comercios del barrio o al mercado. Además, pueden servir para almacenar la compra en casa.
4. Bolsas compostables: Son la alternativa menos dañina para el medio si no tenemos en cuenta lo que supondría su uso masivo. Están casi completamente fabricadas con materiales biodegradables que además se degradan a una mayor velocidad en una planta de compostaje, pasando en su totalidad a ser compost, que sirve para abonar campos donde se podría general nuevo material vegetal para seguir el ciclo.
5. Bolsas plásticas recicladas de rafia: Estas son las bolsas que nos ofrecen como alternativa en las grandes superficies. Aunque es menos ecológica que las anteriores, lo cierto es que utilizar una de estas bolsas equivale a usar 125 bolsas de plástico de un solo uso. ¡Y se pueden usar hasta 50 veces!

Las bolsas de tela si son una alternativa sostenible cuyo impacto en la naturaleza, tanto en su producción como consumo, es significativamente menor que el de las bolsas de plástico y las biodegradables. Otra acción que está al alcance de todos es transformar nuestros hábitos hacia otros más sostenibles. Cambiar el usar y tirar por el reciclaje puede contribuir a luchar contra el cambio climático y ayudar a construir un futuro más verde. 

Fuente: Fundación Aqua